No diré que no pinto nada...

La semana pasada, de mudanza; ésta, en la que supuestamente ya debería empezar a disfrutar de mis vacaciones, ¡estoy de pintora! Eso sí, de brocha gorda.
A mi madre le ha dado por pintar prácticamente toda la casa: que si el bar, el salón de abajo, el lavabo, ¡la fachada! Así que llevo toda la semana levantándome a horas que ni sabía que existían (excepto cuando volvía de fiesta...) y acostándome a las tantas hecha un guiñapo.

No os imagináis cuánto me estoy acordando de Miguel Ángel y sus 4 años pintando la Capilla Sixtina...

Ahí, en solitario, como un campeón... No me extraña que tuviese tan mal humor, estando ahí todo el día con la cabeza mirando al techo, el brazo lleno de agujetas, la espalda hecha polvo...

Pero claro, a él le quedó una obra de arte magnífica que es recordada por todo el mundo que alguna vez la ha visitado o ha contemplado una imagen en algún lado... Pero de las paredes de un humilde bar de pueblo, ¡¿quién va a querer acordarse!? Jajajajaja! Eso sí, trabajo han llevado las jodías...

Ains.. A ver cuando saco un rato de tranquilidad, y os hablo del próximo e inminente evento que se avecina y al cual acudiré si ningún desastre me lo impide: MONSTERS OF ROCK & MELTALWAY!!!!!!

Me voy con mis pinceles a otra parte XDDD

Hasta prontoooo!