Neko

Cita del momento:

"No se puede ir por ahí construyendo un mundo mejor para la gente. Sólo la gente puede construir un mundo mejor para la gente. Si no, es solamente una jaula."
-- Terry Pratchett, Brujas de Viaje.
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jueves, 6 de mayo de 2010

La ignorancia es una bendición


Una de las tareas más ambiciosas del ser humano es el Conocimiento.

Saber qué hay a su alrededor, estudiarlo, comprenderlo. Una tarea tan interesante como ardua. Y a veces, contraproducente para la finalidad más anhelada de la vida: la felicidad.

A veces saber demasiado, hace llorar.

Ya lo decía Antonio Gala en los últimos versos de su poema "Sonetos de la Zubia Nº41:

No le respondas nunca a mi torpeza,
pues tengo a tu respuesta tanto miedo
que prefiero la duda a la certeza.


Durante milenios, desde que la raza humana decidió que no todo en la vida iba a ser cazar búfalos y fornicar (bueno, lo segundo lo tenemos muy alto en la lista de prioridades), y miramos a nuestro alrededor no sólo para buscar comida si no para alimentar nuestra mente, el Hombre se ha acompañado de la duda, la desesperación, el conocimiento a medias y el afán por hacerlo absoluto.

La Historia nos ha dado grandes pensadores: Platón, Aristóteles, Heráclito, Sócrates, Plotino, Séneca, Cicerón, Guillermo de Ockham, Maquiavelo, Copérnico, DaVinci, Kant, Nietzche, Marx, John Dewey, Sartre, Ortega y Gasset... Punset, Sheldon Cooper... XD

Eso sin nombrar a Jesucristo, Buda, Mahoma, Confucio...

Y por supuesto sin mentar a Tolkien o Terry Pratchett.

Todos ellos, personajes ilustres que dedicaron su vida a pensar, a compartir sus "averiguaciones" sobre la vida, sobre el comportamiento de este bicho sobreestimado que es el Hombre, sus aciertos, sus múltiples errores, la utopía de un mundo mejor que construir y cómo llevarlo a cabo, acabaron llegando a una conclusión (reconocida públicamente o no): LA IGNORANCIA ES UNA BENDICIÓN.

¿Por qué? Pues hablando ahora empíricamente, cuando desconoces los detalles de ciertos hechos, eres feliz. cuando los desglosas, pierden el encanto.

Ojo, que no generalizo. Hablo de "ciertos casos". Como la magia, por ejemplo. Ves un truco, ahí, delante de ti, y dejando a parte que te sientes pequeño e idiota porque esa carta que antes ha recortado el mago vuelve a salir del mazo enterita...¡no quieres saber cómo lo ha hecho! Porque si te cuentan el truco, literalmente "se pierde la magia". Pronuncias un acusativo "pfffff" sobre tu mente y dices, ¿y esto era todo? Acto seguido, ese truco pierde el interés.

Con muchas otras cosas de la vida pasa lo mismo. Pero a veces, es peor.

Cuando averiguas como funciona la mente humana, o al menos, te acercas a ese conocimiento, mucho a tu alrededor pierde encanto.
Saber qué sistemas nerviosos, neuronales y endocrinos te llevan a volverte loca (de placer u odio, es indiferente) a ver a tal o a cual persona, por qué los colores son como son, por qué tu mente trabaja como trabaja....

Maldito Freud y seguidores. Debieron dejar tranquilo el misterio de la mente. ^^

Es como en ese cuento de Perrault, "Barba Azul". Tienes en tu mano la llave del conocimiento y ...¿a caso vas a ignorarla? ¿No vas a usarla? ¡Pues claro que lo haces!
Lo malo es que a veces, llegar a ese conocimiento te hace sufrir. Averiguas cosas que te gustaría no haber visto o leído nunca, porque tu pequeñez no es capaz de sobrellevar ese conocimiento que no te esperabas y no sabes cómo digerir. Y más cuando sólo tienes retazos, y no el libro completo.

Sin embargo, la gente curiosa y pensadora por naturaleza es incansable, y aún sin querer, seguiremos abriendo puertas cerradas con llave aunque dentro encontremos a otras esposas. Aunque nos duela saber que ...


3 comentarios:

Último Íbero dijo...

¡Hemos bajado de la rama!¡Hemos salido de la cueva!¡Hemos construido el Partenón!¡Hemos llegado a la Luna!¡Hemos descifrado el genoma!¡Hemos desmembrado el átomo!

Maldita sed de conocimientos.

Cada día estamos más cerca de que las máquinas se revelen y nos vuelvan a mandar a las ramas de una patada en nuestro grasiento culo.

Selerkála dijo...

No me refería a que debamos quedaros en la oscuridad del conocimiento científico.

De hecho mis palabras iban encaminadas más a la filosofía que a la ciencia.

Y no estoy en contra del avance del pensamiento. ni muchísimo menos.

Sólo digo que A VECES, la falta de conocimiento sobre algo en concreto, la ignorancia en ese campo, permite al individuo ser más feliz que cuando conoce la verdad.

Como cuando un niño aún no sabe que los Reyes Magos son los padres.

Telchar dijo...

Hay una frase que a veces he oído por ahí que creo que se puede aplicar en este caso:

"Quien busca la verdad, merece el castigo de encontrarla"

^^