Cuánto más tengo que hacer, menos hago. Más culpable me siento por ello. Y el círculo vicioso vuelve a empezar hasta tal punto que mis síntomas mentales pasan a ser físicos.
Las tareas se acumulan a mi alrededor. Ya no sólo las personales, si no las comunales. Pero no sé por dónde empezar. Y me frustra pensar que por mucho que haga, mañana todo estará igual.
Tengo que hacer algo para remediarlo, pero...¿qué?
2 comentarios:
Estoy seguro de que la casualidad no existe, y si di con esta pagina fue x algo, tiempo ha de no conocer a dama alguna que comparta el gusto x las bellas artes, la poesia, la ficcion, pero sobretodo al gusto x ser autentico y expresar lo que uno piensa, el andar diario en ocasiones nos arrebata el tiempo de disfrute de nuestras aficiones y las obligaciones diarias nos seca la identidad y nos convierte en parte de una sociedad fementida con brillo de hojalata
Disfrute mucho leyendo esta pagina y todos sus enlaces... ojala y todas fueran como esta, pero no lo son, por algo se debe, tal ves es solo para locos, donde la entrada cuesta la razon..... saludos
ATTE: Emerson Campos Cabanas ( desde la tierra del aguila azteca )
Hermosas palabras. GRACIAS por regalármelas.
Seguiré aquí, subida a mi Flet durante largo tiempo, espero.
Al fin y al cabo, este rinconcito es parte de mi vida. Y una buena catarsis para el alma.
Un abrazo, Emerson, habitante de la antigüa (y preciosa) Tenochtitlán. :)
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