Hoy me he reencontrado con una antigua compañera de la Facultad, amiga de la pandilla de clase, y de repente, me ha sorprendido tanto encontrarla en mi trabajo, que me he quedado sin palabras.Porque, ¿qué le dices a alguien que no ves desde hace años?
¿Qué contarle de todo lo que ha pasado en tu vida?
¿Qué es más destacable?
Pues acabas diciendo lo típico: "Pues aquí, currando por las tardes, y por las mañanas a clase...¿Y tú qué tal?"
Para, al final, rematar con alguna gilipollez del tipo comentario-estilístico-estúpido-de-cuando-dirías-mil-cosas-no-sabes-por-dónde-empezar-y-no-tienes-tiempo-para-más.
El caso es que DEBEMOS hacer una reunión de "Miembros de la foto mítica", el grupillo de clase con quién compartí risas, apuntes, nervios, cafés, clases divertidas, clases aburridas, jornadas lúdico-festivas en el parque para evitar las clases aburridas... En definitiva, la Universidad.
Una gran experiencia en la vida, para el que la puede realizar.
Porque la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Y es grato saber que hay personas que aunque no veas con asiduidad se siguen preocupando por tus huesecillos.
Personas que aunque no las tengas al lado físicamente puedes contar con ellas en la lejanía.
Me gustaría poder hablaros largo y tendido en alguna ocasión sobre ese tipo de personas que puedo contar con los dedos de una mano.
Me refiero a ese tipo de amigos DE VERDAD que aunque no mantengas una contacto diario (por mil y una cuestiones que no vienen ahora al caso), sabes que tienes su lealtad y ellos saben que tienen la tuya.
Tienes la certeza de que si un día los necesitas, dará igual que los llames a las tres de la tarde o a las tres de la madrugada: ellos estarán ahí para lo que necesites. Te lo han demostrado.
Ésos son los amigos de verdad.
El resto, los denominados "colegas", esos que de vez en cuando te preguntan qué tal estás, te cuentan sus cosillas a grosso modo, o simplemente, te da un toque en el caralibro, esos, son los amigos potenciales que también hay que cuidar y mimar.
Porque igual que de la amistad al amor hay un paso, resulta que del colega al amigo hay un café.
Nunca sabes qué colega puede convertirse en tu mejor amigo.
Por eso no hay que desdeñar a nadie.
Eso sí, también alguien que creías tu amigo puede convertirse en tu peor enemigo.
Pero eso... Es otra historia.
3 comentarios:
Me alegro mucho de que te encontraras a una de esas personas a las que vemos seis veces al año pero tenemos muchísimo cariño. Me pasa a mí también con algunas personas. Este mismo lunes me tomé un café con una de ellas, y el domingo me toca café con esta misma y con otra a la que llevo la friolera de dos años sin ver más de cuatro minutos seguidos (de encontrarnos por la calle... Ya me dirás).
Por lo de los amigos potenciales y todo eso, y que un café separa una conocido de una amistad... Pues mira, no sé. Yo últimamente ando bastante pesimista con esas cosas. Me he llevado golpes que me han vuelto intransigente, así que ahora mismo no puedo ver las relaciones (y según el caso, a las personas mismas) con el brillo con que tú lo ves.
Pero eres una de mis amigos en la distancia. A las seis de la mañana, y a las dos del mediodía. Espero que sepas que si me llamas a las tres, de la tarde o de madrugada (y oigo el móvil) te cogeré la llamada.
Un abrazo enorme, beibi.
Alt
Amén, chiquilla, amén ^^
Precisamente, Alt, viendo nuestro caso como un ejemplo, sigo eso de "los amigos potenciales". Todo "mejor amigo" lleva un proceso del simple conocido, al colega, al amigo, al mejor amigo. Por eso no hay que desestimar una simple relación cordial con alguien, porque nunca sabes dónde te va a llevar el camino, como diría Bilbo.
Si nosotras no nos hubiésemos tenido en cuenta tras la EC de Himring, ahora mi vida estaría muchíiiisimo más vacía, y no podría gozar de una AMISTAD como la que tenemos dentro de la Tribu.
No sé si me explico.
Chascos, claro que me he llevado. Hasta de supuestos "mejores amigos". Pero ése es un riesgo que podemos permitirnos correr.
Beeeesos!
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