
Si te pillan in fragantti pueden pensar que estás chalada. Sobre todo si te hallas maldiciendo a la humanidad, o a esa chaqueta que no deja de escurrirse de la percha.
* No es lo mismo hacer las cosas bien y con tiempo que bien y sin tiempo.
Porque si tienes que recoger toda una tienda tú sola, mejor que empieces cuanto antes.
* No es lo mismo tener instintos asesinos hacia una persona que tener instintos asesinos hacia varias personas.
Porque si una te cae mal pero no está, pero los demás tienen el día tonto...Brrr.

La gente no tiene vergüenza, debemos admitirlo. Ni vergüenza ni solidaridad con una trabajadora que a las 21:50 de la noche quiere acabar de perfilar la tienda para que esté perfecta a las 22:00.
* No es lo mismo acariciar una piel que acariciar un lino.
Es mucho más suave, dónde va a parar. Pero la piel de conejo del chaleco gris me ha hecho estornudar varias veces, y el lino, nada de nada.
* No es lo mismo estar solo que estar acompañado.
Aunque a veces no se nota la diferencia, porque hay gente que me resulta tan indiferente...
* No es lo mismo ir a trabajar sabiendo que al final del día nadie te espera, que ir a

Di que hoy al menos me esperaba una rica empanada de atún recién hecha.
* No es lo mismo una voz a través del móvil que un abrazo inmóvil.
Ya va siendo hora de hacer una visita (aunque deba ser fugaz) a la familia. Que echarlos de menos de esta manera no puede ser bueno para la salud.