Parada de Metro de Old Street. |
EL FLET DE SELERKÁLA
"El auténtico escritor no se dedica a modular cosas bonitas para los lectores, sino únicamente debe aclararse a sí mismo e interpretar mediante la magia de la palabra su propio ser y sus vivencias, resulte bonito o feo, bueno o malo." Hermann Hesse.
Cita del momento:
-- Terry Pratchett, Brujas de Viaje.
lunes, 16 de julio de 2018
"Dream Trip" a Londres. Día 1: Oxford y Tolkien
viernes, 6 de julio de 2018
"Dream Trip" a Londres. Introducción.
Viaje que podríamos llamar de "ver cosas de gente muerta que admiro".
Me explico:
Uno de mis sueños más deseados que hacer realidad desde que descubrí la obra de J.R.R.Tolkien con 16 años era visitar su tumba y lugares en los que pasó la mayor parte de su vida, en la ciudad de Oxford.
Otro de mis mayores sueños desde que tengo uso de razón, era ver un concierto de mi grupo favorito: Queen.
Y otro "mini" sueño más reciente era visitar los estudios de grabación de la saga Potter en Londres, y ver, por ejemplo, cosas de mi querido Alan Rickman in situ.
Sentáos cómodamente porque esta crónica va a ser larga. Cuatro días intensos e inolvidables, que no merecen ser narrados con rapidez.
Haré una mini-miiini selección de fotos (y quizá algún vídeo) de las casi 800 que he hecho. ^^
Las iré subiendo por orden, ya que la crónica voy a dividirla en un post por día de viaje.
Os dejaré los enlaces aquí.
Viaje de ida a Londres.
Visita a Oxford:
Exposición "Tolkien, the maker of the Middle Earth, cementerio de Wolvercote, Eagle&Child.
Lunes de 2 julio 2018
Mañana de callejeo con la guía de Beleg
Tarde de concierto: Queen + Adam Lambert en el O2 Arena de Londres.
Martes 3 de julio 2018
Mañana de callejeo por las orillas del Támesis
Tarde de cine en los estudios Warner adentrándonos en el mundo de Harry Potter.
Miércoles 4 de julio 2018
Mañana visitando el British Museum
Tarde a lo Odisea volviendo a casa.
Éste ha sido un viaje tan maravilloso como impulsivo, pues nació con un vacile del estilo de "¿y si nos vamos a ver el concierto de Queen a Londres?" y acabó siendo toooda esa lista de cosas.
Esta aventura la he vivido junto a Victor, que fue, es y será alguien muy especial con el que compartir algo tan importante para los dos, pues ambos somos Tolkiendil hasta la médula, y Queeneros hasta los huesos. Lo de Potter...ya se le va pegando poco a poco. :P
Si te apetece seguir leyendo y saber qué paso el Día Uno del Dream Trip, pincha AQUÍ.
miércoles, 28 de marzo de 2018
Caminarás conmigo
Pero, ¿Realmente le hacemos caso a esos consejos? ¿O son sólo frases que se han quedado vacías y suenan ya únicamente como una cantinela lejana?
En 2008 mi padre fue diagnosticado de E.L.A. (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad neuromuscular que hace que dejen de funcionar las neuronas encargadas de activar los músculos implicados en el movimiento voluntario. Es una enfermedad cruel, que acaba con la vida del paciente en unos 5 o 6 años máximo. Progresa lenta pero implacable, limitando cada vez más los movimientos del cuerpo, postrando en una silla a quienes la padecen, hasta llegar al punto en el que son presos de su propio cuerpo inservible, dependiendo de otros incluso para rascarse, comer... Sin poder moverse, hablar, casi ni respirar...Mientras que la mente es consciente de todo cuanto pasa a su alrededor.
Imagina una cárcel dentro de tu propio cuerpo.
Mi padre, Leonardo, siempre había sido lo que llamaríamos "un culo inquieto". Yendo de aquí para allá con sus perros por el campo, cuidando de su huerto, sus gallinas y conejos, construyendo muebles, arreglando cosillas en casa... Desde muy pequeño aprendió lo que era trabajar para ganarse el pan que llevar a la boca, pues pertenecía a una familia de 8 hermanos. Fue pastor, albañil, viajó a Suiza para trabajar en una fábrica de tapices, fue electricista aficionado, ebanista, carpintero, pintor, labrador, granjero, horticultor, motero, artesano, camarero, tendero, estanquero... No había nada que lo detuviese, y todo lo que hacía, lo hacía con pasión y constancia, aprendía de lo que le mostraba la vida, y siempre lo hacía con una sonrisa, aunque sin dejar que nadie se le subiera a las barbas, porque carácter no le faltaba.
Imagináos que, tras toda una vida de trabajo duro, sin apenas vacaciones porque tenías que atender tu familia, casa y negocio... te jubilas y entonces...Llega la ELA. Implacable.
Una persona que no sabía estar quieta debe aprender de repente a parar, a dejarse ayudar en todo, a estar cada vez más quieto contra su voluntad, sabiendo que cada día estaba más cerca del final, y que las horas invertidas con la familia serían para despedirse de ellos.
Con mi padre, en marzo de 2011. |
Pero, silenciosa e incansable, la E.L.A. se iba llevando a mi padre. Poco a poco al principio. A grandes pasos en el último año.
Me aseguré de decirle siempre que podía lo mucho que lo quería. Pero todos los te quieros me parecían insuficientes. Me dolía verlo allí sentado, en su silla del comedor. Con las piernas tapadas con una mantita y los pies hinchados, inservibles, sin poder salir a caminar por el campo como a él tanto le gustaba.
Yo vivo en otra ciudad, y lo llamaba cada día al salir de trabajar. Me reconfortaba muchísimo oír su voz. Le contaba las cosas que había hecho, los planes que tenía para esa semana... Iba a verlo al pueblo siempre que podía, y muchas veces le daba la cena como si fuese un bebé. Mi bebé bigotudo.
Aquella noche del 23 de diciembre de 2011, fue la última que le dí de cenar. Recuerdo que nos reímos bastante por tonterías, que devoró la cena, y especialmente la cuajada con miel que tanto le gustaba. Yo se la dí paciente, dejándole su tiempo para tragar, pues en esas semanas ya le costaba mucho hacerlo.
Ayudé a mi madre a acostarlo en la cama. Mi madre... Valiente, como una jabata. Trabajadora incansable durante toda su vida, y ocupándose de mi padre las 24 horas del día, tal como demandaba su enfermedad, y con unas ayudas gubernamentales escasísimas, por no decir inexistentes.
Las últimas palabras que me dijo mi padre fueron "Mari, quítame la dentadura que a tu madre se le ha olvidado". Mi madre se la quitó mientras yo me despedía de ellos para irme a la cama. Por la mañana había mucho que hacer: había que preparar todo para pasar la Nochebuena.
Pero a las 9 de la mañana del 24 de diciembre, me despertaron los gritos desconsolados de mi madre pidiendo ayuda, asustada. Mi padre había entrado en coma irreversible.
Hacía sólo una semana que el médico nos advirtió que aquello podría pasar en cualquier momento, ya que la insuficiencia respiratoria se estaba agravando, y pese a que llevaba el oxígeno puesto todo el día, llegaría un momento en el que eso no bastaría. Y ese momento llegó.
Pasaron muchas cosas esa mañana que no es necesario recordar aquí, pero sí diré que la fortaleza que mi padre me había enseñado toda su vida me ayudó a afrontar aquellos momentos. Por la tarde mi padre falleció finalmente en el hospital.
Nos quedaron muchos viajes por hacer, muchas excursiones, muchos proyectos.
Pero pude despedirme, pude decirle lo mucho que lo quería. Es la única concesión que te da esta maldita enfermedad.
Desde aquella experiencia, he intentado que mi filosofía de vida se base en una frase que suelo decirme a mí misma siempre: "Mejor arrepiéntete de lo que has hecho, y no de lo que te has dejado por hacer".
Y así, guiada muchas veces más por el corazón que por la cabeza, he afrontado los últimos años sin la compañía de mi padre sin que pase un día sin recordarlo.
Hace poco rescaté del trastero unas botas de montaña que me regaló en su día porque él no las iba a usar más.
Yo no las había llevado hasta ahora. Me daba la sensación de que estaba usurpando algo. Pero...En realidad calzar sus botas me hace pensar que lo estoy llevando conmigo a ver mundo.
Por eso la excursión que hice este sábado con esas botas, por lugares que le habrían encantado explorar, fue tan inspiradora y emocionante. Siempre siento a mi padre cerca, pero esta vez mis pies eran sus pies.
Y sé que él vive en mí de algún modo, y sé que él querría verme feliz, explorando el mundo, saboreando la vida.
Y no debo olvidar eso. No debemos olvidar que nuestros seres queridos aunque se marchen lejos, siguen en parte con nosotros, al menos esto genéticamente es indudable.
Debemos vivir intensamente por ellos. Amar, soñar, cantar, bailar, comer, viajar, reír... y también llorar. Emocionarnos. Besar y abrazar. Gritar y luchar. En definitiva, debemos VIVIR de verdad. No ser sombras de nosotros mismos.
Por eso yo me voy a seguir metiendo en sus botas, para que siga recorriendo el camino junto a mí, viviendo este mundo conmigo.
domingo, 31 de diciembre de 2017
Tiempos de cambio
2017 acaba, y aterriza 2018 cargado de proyectos, viajes que realizar, amigos que reencontrar...
Quiero darle las gracias a 2017 por todas las cosas increíbles que he vivido. Buenas y malas, porque de lo malo se aprende. Y mucho.
He aprendido a reconocer a los verdaderos amigos, a alejarme de aquellos que me han manipulado a mí y a gente que aprecio...
He aprendido mucho sobre mí misma, sobre mi capacidad de resiliencia, mi tesón, mis pasiones.
He aprendido a quererme más, a preocuparme por mí primero y no dejarme siempre para después en favor de los demás. Aunque aprender no lo es todo: hay que practicar.
He amado, llorado, perdido, recuperado. He dejado ir lo que estaba roto, y he aferrado con fuerza aquello por lo que vale la pena dejarse la piel.
Amistad...no debería ser complicada, pero lo es.
En este 2017 he cruzado el espejo junto a Alicia, y me he iniciado en el mundo de la Magia como maga. ¡Bruja y Maga! Algo sólo visto en Lancre, con Eskarina Herrero... :p
Una andadura apasionante, con los mejores profesores que podría tener, arropada por mis compañeros de trabajo, mis "amagos", y todo en un lugar único y especial.
Quiero ir paso a paso, continuar disfrutando de ver magia en vivo, solo que ahora con otros ojos, no menos ilusionados pero sí más enriquecidos.
Quiero seguir practicando, pasito a pasito, y encontrar mi hueco. Quizá sólo como "hobby", o quizá no... Nunca se sabe. De lo que estoy segura es de que ahora mismo estoy llena de ideas en mi cabeza. ¡Dejémoslas fluir!
Amigos, trabajo, salud...(de salud seguimos igual pero con un año más de pátina histórica) y amor.
En este año que se marcha, han cambiado muchas cosas. Una etapa ha terminado, y ha llegado la hora de quererme a mí misma. Se abre ante mí un emocionante y desconocido camino entre un bosque nuevo. No sé quién me acompañará por él, no sé con quién me encontraré, quien me dará la mano, si me sentiré sola... lo que sí que sé es que llevo la cesta llena, y un palo gordo contra los lobos.
Sin recores, con cariño para siempre, pero... this boots are made for walking...
Ilustración de Vladimir Stankovic |
En 2018 voy a estar arropada por personitas maravillosas que he conocido en 2017. Algunas tan especiales que las he adoptado como familia postiza; amig@s que saben que me tienen ahí para cuando la noche sea oscura y albergue horrores, y que harán lo mismo por mí si lo necesito.
Sé que vas a venir movidito, 2018, tienes toda la pinta, pero espero que las risas y los besos superen a las lágrimas en cantidad y calidad. Me conformo con eso.
Tic...tac...
Tic...tac...
Tic...
miércoles, 27 de diciembre de 2017
He oído crujir las raíces.
Ha pasado mucho tiempo.
Ha pasado mucha vida.
Hace muchos años emprendí el maravilloso camino que es dar vida y hacer crecer un blog en este ciberespacio cada vez más impersonal, más dado a la inmediatez, el vacío empático, la frialdad.
Decidí mimar un rincón en el que muchas veces una habla sola, otras se es leída entre las sombras del anonimato y algunas veces un visitante regala unas palabras que caen como rayos de sol entre la tormenta.
Pero no es la finalidad de un blog como este conseguir comentarios y followers a toda costa (tan de moda hoy día), sino más bien servir de catarsis propia, y quizá de guía o apoyo a otros lectores que lleguen a estas líneas y que puedan sentir o vivir similares situaciones, o ser fuente en la que encontrar datos curiosos que enriquezcan ese saber que no ocupa lugar.
Llevo tiempo queriendo regresar, queriendo retomar la mayor pasión que he sentido desde que tengo uso de razón: escribir.
La pereza, los caminos pedregosos de la vida, las oscuras experiencias que dejan cicatrices profundas en el alma...han impedido que me entregue como lo hacía antes en el cuidado de las ramas de este delicado hogar élfico sobre un mallorn...
Incluso dejé de actualizar mi Árbol de fuego, aunque su espíritu ha continuado viviendo en algunos retazos de papel desubicados en el tiempo y el espacio, que recopilaré y subiré a sus ramas.
Se acabó el silencio.
Hay demasiadas reflexiones que llevo dentro, demasiados pensamientos y sentimientos que quiero compartir "y poner bonitos".
Hay muchas cosas que creo que puedo aportar a este "mar de vídeos de gatitos" que es Internet; incluidos vídeos de gatitos. :)
He oído crujir las raíces.
La tierra me pide agua.
Ha pasado mucho tiempo.
Ha pasado mucha vida.
La arena no cesa...
Así que sí: HE VUELTO.
domingo, 25 de octubre de 2015
Por sorpresa.
Gracias al relato corto (leedlo AQUÍ) que presenté al Palabracadabra 2015 (cuyo proceso os cuento AQUÍ), y gracias a mi faceta de artesana, y sobretodo gracias al azar, esta tarde se me ha ocurrido un fragmento cuya protagonista he retomado del relato "El dólar de plata".
Y la verdad es que me estoy planteando seriamente darle vida más allá de fragmentos y mini relatos, y crear un personaje con sus aventuras y desventuras, una Alicia con sus fantasías y una Sofía con su lógica. Un ying-yang protagonista de vivencias fantásticas... Un escape. Un entretenimiento para mis musas.
Aquí va el pequeño texto de hoy, inspirado en hechos reales:
Alicia caminaba silenciosa por la calle, camino del trabajo. Iba desilachando con calma el enmarañado nudo de pensamientos que tienen las personas somnolientas por la mañana. Sus pasos eran acompasados, las manos en los bolsillos y los ojos mirando sin ver, fijos en el adoquinado de la acera. En ese momento, una alarmita emocionada hizo chispa en su ocupado cerebro. Sus ojos habían encontrado un pequeño tesoro abandonado en el suelo, pero su cuerpo siguió andando en automático. De repente se detuvo, dió media vuelta, y se quedó mirando aquella preciosidad tirada en el suelo: blanco y negro sobre un triste y pétreo gris, encontró inocente y desvalido un cinco de picas.
Solitario, en medio de la nada. Sin ninguna hermana de su baraja alrededor.
Alicia se agachó, recogió la carta con delicadeza, la observó atentamente, y la guardó en el bolsillo.
Al llegar a casa, la presentó a sus nuevas compañeras, adoptadas de antiguas aventuras mágicas y que ahora vivían en La Chistera Mágica.
- Aquí estarás a salvo, pequeña.- susurró.
La carta se acomodó y al fin durmió tranquila."
martes, 8 de septiembre de 2015
Concursito literario a la vista.
EDITADO:
PODÉIS LEER MI MINI RELATO AQUÍ. Son sólo cuatro minutos de vuestra vida, y un me gusta que no os cuesta ná de ná. ;D
domingo, 26 de julio de 2015
El viejo piano.
sábado, 25 de julio de 2015
Piensa.
Tal vez creas que esa persona es una rancia, que es una antipática... Piensa.
La próxima vez que entres a un comercio no revuelvas como un poseso la mercancía musitando un "ya lo recogerán ellas, que para eso les pagan". Piensa.
A lo mejor no les pagan, o al menos no un sueldo digno, ni todas las horas que van a trabajar. A lo mejor su jornada (pagada) finaliza a una hora concreta pero tiene que quedarse a recoger eso que tú has tirado al suelo, pisoteado y revuelto por no agacharte a recoger, en horas que no les corresponden ni van a ver en su nómina, porque hasta que no esté toda la tienda perfecta, no pueden irse a su casa. Aunque sean las doce de la noche.
A lo mejor esas caras largas son fruto de un recorte injusto de personal para que la empresa doble beneficios, o de una bronca injustificada de los superiores porque lo quieren todo rápido y perfecto, aunque las manos no den abasto y tengan que poner en peligro su salud, física y mental, para ir más rápido y llegar a hacer una el trabajo que deberían hacer tres personas.
La próxima vez piensa que esa persona quizá no tiene elección, que intenta hacer lo mejor posible para atenderte, pero no le dejan hacerlo todo lo bien que quisiera, porque además de sus funciones tiene que hacer otras que no son de su competencia, sólo porque la empresa, de nuevo, ha recortado gastos en puestos esenciales, de los cuales ha mandado encargarse a personas sobreexplotadas sin experiencia en ese nuevo aspecto de su trabajo.
Piensa.
Piensa que aguantar tu mala educación no se la van a pagar en la nómina. Se te ha caido ese objeto, pues recógelo y déjalo al menos sobre una mesa, no tirado en el suelo y pisoteado, para que la siguiente como tú exija otro objeto similar "que no esté manchado de polvo o arrugado", porque a lo mejor a esa persona que se lo pides no le está permitido entrar en el almacén a por otra. Piensa. No es que ella no quiera ayudarte, es que no se lo permiten. No es que se invente que no hay más porque no quiera ir a mirar, es que ¡no-hay!.
La próxima vez piensa.
Y sí, esa persona es afortunada por tener un trabajo, por hacer una jornada mediocre con un sueldo bajo que al menos le permite comer...Pero que tenga algo no significa que ese algo esté bien, no significa que sea todo de color de rosa, y no significa que cuando hay una injusticia se tenga que quedar callado. No.
Hay muchas cosas peores en el mundo, pero eso no es motivo para que las pequeñas cosas que podemos ayudar a corregir las ignoremos porque "suerte que tiene que está trabajando".
domingo, 12 de julio de 2015
Se nos escapa la arena.
Se nos pasa la vida sin hacer ruido, como granos de arena resvalando entre nuestros dedos. Momentos fugaces que no podemos atrapar ni conservar, sólo vivir y recordar.
Se nos escapa la arena del reloj de la Vida y no podemos hacer nada para evitarlo. Miramos atrás con los ojos de la memoria, imaginamos cómo habría sido si aquello que cambió nuestro camino hubiese sido distinto.
O si hubiésemos hecho esto...o lo otro.
Si hubiésemos llegado antes o marchado más tarde.
Si hubiésemos estado o nunca existido.
Si...
Se nos desliza el reloj de la mano para recordarnos que en realidad no nos pertenece. Que somos sólo un recipiente lleno de arena, lleno de memorias, deseos, besos y personas. Que somos nosotros pero también somos ellos. Somos también lo que nos rodea.
Que andamos solos nuestro Camino, pues a solas hemos de traspasar la Última Puerta.
Pero durante nuestra andadura, vamos llenando el petate de odios y amores, de ilusiones y llantos, de alegrías y enfados. De aquellos que quisimos y nos amaron; pero también de los que nos decepcionaron.
Llevamos un libro lleno de cicatrices, donde prensamos flores perfumadas que no queremos olvidar, y donde anotamos los agravios que deseamos extraviar.
Se nos escapa la vida;
Se nos vacía el reloj;
Y, sin embargo, aunque cada vez somos más pobres en Tiempo, somos más ricos en Verdad.